Si has ido al fisioterapeuta alguna vez por una lesión traumática, como por ejemplo un esguince de tobillo, seguramente habéis trabajado juntos la propiocepción, porque es fundamental para la recuperación funcional (ahora llamada por muchos readaptación).
La propiocepción es un “sentido” que informa de nuestra posición en el espacio, tanto a nivel de nuestro cuerpo completo como los distintos segmentos corporales, articulaciones… Se compone de distintos órganos y es fundamental para que podamos movernos sin caernos, mantener una postura estática, reaccionar ante un movimiento brusco pero también realizar cualquier movimiento coordinado.
Participan en el sistema propioceptivo diferentes órganos: Husos neuromusculares, órganos tendinosos de golgi, corpúsculos de Paccinni, vista, sistema vestibular, nervios periféricos, SNC (cerebro y cerebelo y médula espinal)…
Es decir, participan diferentes estructuras, situadas tanto a nivel central (cerebro, médula), como a nivel periférico (receptores situados en distintos órganos como la piel, los músculos, los tendones…).
Para que entendáis de qué va la cosa, os pongo algunos ejemplos:
- Si yo tengo un alimento en la mano que voy a comer, mi cerebro necesita saber en qué posición están la mano y el antebrazo para poder planificar el movimiento de llevarme la mano a la boca, morder la manzana y no morderme mi propia mano.
- Si voy corriendo a coger el autobús porque lo pierdo y de pronto meto el pie en un pequeño socavón, necesito que mi sistema informe de ese movimiento brusco para compensarlo y no caerme y/o lesionarme.
El funcionamiento del sistema propicoceptivo es complejo porque intervienen distintos sistemas que tienen que trabajar conjuntamente, y muchas de estas funciones se realizan de manera involuntaria. Cuando hay lesiones en los tejidos, este sistema se puede dañar también, se desorganiza, de modo que si no lo estimulamos adecuadamente mediante ejercicios específicos pueden quedar secuelas o puede ser más fácil que nos volvamos a lesionar (todos conocemos a alguien que tiene un esguince de tobillo que repite una y otra vez…). Pueden ser lesiones en los propioceptores (receptores periféricos) por ejemplo al sufrir una fractura o a nivel central, por ejemplo, si sufrimos un ICTUS .
El sistema propioceptivo necesita recibir estimulación y ser trabajado para recuperarse, al igual que lo hacen otros sistemas. Tu fisioterapeuta te guiará para reeducar este sistema tan importante para el movimiento humano.
Nosotros normalmente trabajamos en consulta y recomendamos algunos ejercicios para realizar en domicilio, aunque es cierto que muchas modalidades de ejercicio propioceptivo deben ser realizadas de forma guiada.
Se hacen ejercicios con los ojos cerrados de reconocimiento de la posición, involucrando de manera muy especial el sentido del tacto, se hacen empujes, se usan pelotas, plataformas inestables… depende de lo que queramos reeducar. Lo que vamos a buscar siempre es recuperar la funcionalidad, reeducar el gesto deportivo / laboral y prevenir nuevas lesiones restableciendo la función de este sistema. Si tienes una lesión o una intervención quirúrgica, no olvides el trabajo propioceptivo!!
Si quieres saber más, no dudes en contactar con el Centro de Fisioterapia Fisiomar.
